ENTRENANDO MECÁNICA DE BATEO PARTE 2: APLICACIÓN
Febrero 14, 2017
En la primera parte de este artículo, hablamos acerca de la diferencia entre las indicaciones externas e internas cuando entrenamos bateadores:
- Indicación interna: que el atleta esté pensando en el movimiento de su cuerpo
- Indicación externa: que el atleta esté pensando en el efecto de su movimiento.
En resumen, las indicaciones internas tienen un efecto negativo en la calidad del movimiento y el tiempo de reacción de un atleta, y las indicaciones externas son más efectivas cuando se entrena movimiento (Wulf & Shea, 2004).
Ahora, ¿cómo aplicamos esta información en nuestros entrenamientos?
MODELO INTENCIÓN-ACCIÓN PARA LA FUNCIÓN MOTORA
Este es un tema complejo, pero vamos a tratar de resumir mis ideas sobre cómo el modelo de intención-acción aplica a entrenar bateadores.
Cuando estamos entrenando el movimiento de atletas, es crítico entender cómo el cuerpo regula el movimiento. El modelo de intención-acción está fuertemente respaldado por investigaciones y sugiere que la intención del movimiento es lo primero que procesa el cerebro.
Ejemplos de intención:
- ¿Hacia dónde quiero batear esta pelota?
- ¿Que trayectoria de vuelo quiero ver?
- ¿Cómo quiero mover este objeto (bate) a través del espacio?
Entonces, simplemente, la intención (foco externo) es inicialmente procesada, y el movimiento se organiza automáticamente en consecuencia. Por ejemplo, si te pidiera que hagas una figura 8 con tus dedos, lo podrías hacer fácilmente. Si luego te pidiera que hicieras lo mismo con tu mano, luego tu codo, tu pie, podrías hacer estos movimientos sin dificultad. Todos estos movimientos requerirían una gran variedad de cinéticas complejas, probablemente desconocidas para quien las mueve.
Lo que visualiza conscientemente la persona que hace el movimiento, es el patrón de movimiento hacia fuera, y luego permite la auto-organización para lograr este movimiento de manera óptima. (Frans Bosch cubre este tema en su libro Strength Training and Coordination: An Integrative Approach.) Este es un ejemplo muy simple, pero el mismo principio aplica para movimientos más complejos.
Esta es una muy breve explicación de un modelo complejo. Sin embargo, una conclusión importante es esta: los músculos utilizados por el atleta son seleccionados a último momento, probablemente se reclutan inconscientemente y el foco consciente del atleta está en el patrón de movimiento hacia afuera.
De hecho, pedirle a un atleta que se concentre en el movimiento de una articulación o en la contracción de un músculo (foco interno) es trabajar hacia atrás, y va en contra de los fundamentos principales de diseño de movimiento. El cuerpo humano no opera de esta manera. Esto puede explicar los efectos perjudiciales de las indicaciones internas, según la investigación: patrones de movimiento ineficientes (Wulf, Su), menor balance, menor poder, menor tiempo de reacción (Castaneda), menor adaptabilidad a la variabilidad (especialmente en habilidades abiertas) y menor rendimiento bajo presión (Gray, 2004; Masters and Maxwell, 2004).
Entonces, cuando intentamos hacer ajustes mecánicos con un bateador, no enseñamos el movimiento en sí, esto iría en contra de la ruta natural del diseño de movimiento, y “en contramano” en la ruta de control motor (Bosch 149). Reconocer un fallo mecánico y simplemente pedirle a un bateador que lo arregle, no es suficiente. Ahí es donde la instrucción técnica entra en juego.
ENTONCES, ¿CUÁL ES NUESTRO ENFOQUE PARA ENTRENAR LA MECÁNICA DEL SWING?
Nosotros entrenamos la intención y manipulamos el ambiente de entrenamiento para forzar la auto-organización a una adaptación positiva. He encontrado que este método es mucho más efectivo que entrenar el movimiento interno en sí. Por un lado, este método permite a los atletas desarrollar su propio estilo.
Lo que es principalmente importante para mi como entrenador, es que el bateador sea rápido al contacto, haga buenos ajustes y abanique con fuerza. El entrenador puede crear el ambiente de entrenamiento que fuerce estas adaptaciones, lo cual puede ser logrado de distintas maneras según el cuerpo de cada atleta.
Una vez que establecimos que hay una falla mecánica en un swing, utilizamos esta información del diseño de movimiento para prescribir ejercicios apropiados para el atleta. En mi experiencia, no hay un drill mágico. Cada atleta con los que he trabajado es único y ha requerido creatividad del entrenador, y prueba y error en la implementación de los ejercicios. Observamos la transferencia negativa y positiva de cada ejercicio y usamos información para asegurarnos de que estamos moviéndonos en la dirección correcta.
Estos principios de entrenamiento distan de ser nuevos y han sido entendidos y aplicados en otros deportes por muchos años—y en béisbol por algunos de los mejores entrenadores del país. Entender cómo funciona el cerebro con respecto al movimiento humano es crítico a la hora de entrenar atletas.
Aplicación
Entonces, considerando cómo los movimientos son organizados, ¿cómo podemos ayudar a que un atleta realice adaptaciones positivas?
Aquí hay algunos métodos que utilizamos en Driveline que nos han resultado efectivos.
Entrenemos la intención
La intención del atleta es la fuerza impulsora que regula todo el movimiento (más acerca de su rol en la velocidad del pitcheo aquí). Esto es, sin dudas, el problema más grande que encuentro en los bateadores jóvenes. Muy frecuentemente los bateadores se mueven en patrones ineficientes, pero cuando les preguntas sobre su intención te dicen “Solo estoy intentando poner la bola en juego”.
Ahí, en mi opinión, hay un problema cultural en el desarrollo del béisbol en cuanto a entrenar la intención de un atleta. Los bateadores son condicionados para creer que están siendo egoístas si intentan lanzar o hacer swing fuerte.
El principio de Bernstein sugiere que el cuerpo se va a adaptar para cumplir con la tarea u objetivo deseado, y los entrenadores tienen un gran efecto a la hora de establecer cuál es ese objetivo para un joven atleta. Por ejemplo, los niños en República Dominicana están conscientes de que se necesita para jugar béisbol profesional: necesitan batear la bola muy duro, y sus cuerpos aprenden a moverse de acuerdo a esa meta/objetivo.
Sin embargo, si vas al campo de tu liga local de béisbol, probablemente veas muchos niños a los que les están indicando que “solo pongan la bola en juego” y sus cuerpos se adaptan a eso. Desafortunadamente, eso no te va a conseguir una beca universitaria ni un contrato profesional. La información es innegable: cuanto más duro golpeas la pelota, más éxito tendrás y más lejos llegarás en este deporte.
Cambiarle la intención a un bateador a simplemente golpear la bola duro con una buena trayectoria, puede causar adaptaciones de movimiento positivas tanto rápida como drasticamente, y una gran manera de crear este ambiente es proveer feedback objetivo
Dar feedback objetivo
Nuestros ojos pueden y nos van a engañar. El swing es un movimiento rápido, y es casi imposible filtrar cosas de nuestros propias prejuicios.
Dos tipos de feedback son conocimiento del rendimiento (KP por sus siglas en inglés) y conocimiento del resultado (KR por sus siglas en inglés):
- KP es información acerca de las características del movimiento, lo cual lleva a un enfoque interno
- KR es información acerca del resultado del movimiento, lo cual lleva a un enfoque externo
Los estudios sugieren que el feedback KR es significativamente más efectivo, y el feedback KP puede ser perjudicial si se utiliza en exceso o de manera incorrecta (Wulf & Shea, 2004).
Resultados medidos y precisos son una herramienta extremadamente poderosa para entrenar el movimiento, y muchos estudios se han realizado sobre la materia. La mayoría del feedback KP no es guardado en el sistema de memoria motriz, ya que al cuerpo sólo le interesa la percepción de ejecución de un patrón de movimiento y el resultado que obtuvo. Entonces cuando entrenamos bateadores, debemos proveer feedback para nuestros atletas.
Proveemos este feedback en forma de velocidad de la pelota bateada, distancia recorrida, ángulo del batazo y velocidad del bate. El feedback, especialmente cuando se hace público en un ambiente competitivo de entrenamiento, es una herramienta de entrenamiento muy poderosa.
Un ambiente de entrenamiento productivo
Un atleta dentro de un ambiente donde recibe feedback puede rápidamente generar adaptaciones a su movimiento, y las adaptaciones van a ser diseñadas por el cuerpo para rendir óptimamente dentro de ese ambiente. Habiendo dicho eso, es crítico que estemos creando un ambiente que promueva las adaptaciones positivas. Por ejemplo, si el atleta recibe su velocidad de salida (exit velocity) en cada swing, y batea todos los días con un tee y hace front toss a 25 mph, estos patrones de movimiento van a adaptarse a ser muy bueno bateando con el tee y front toss a 25 mph.
Gunner Pollman haciendo practica de bateo a 53 MPH desde una distancia de 33 pies.
Lanzamientos rompientes también
Intentamos crear un ambiente de entrenamiento que promueva ajustes mecánicos que beneficien al jugador en competencia. Les puedo asegurar que el ambiente que ustedes creen como coach es mucho más influyente que cualquier tipo de feedback KP que le vayan a dar a sus atletas.
¿Es tu ambiente de entrenamiento desafiante? “Un mar calmo nunca formó a un gran marinero” -FDR
La instrucción efectiva puede verse en la manipulación del ambiente de entrenamiento como cualquier otra cosa, y subsecuentemente permitiendo que sus atletas sean libres, atléticos y compitan dentro de ese ambiente para generar adaptaciones positivas.
Esto permite a los atletas a desarrollar sus propias “sensaciones” cuando entrenan, ya que esto es único en cada atleta. Por ejemplo, cuando bateamos rectas que vienen girando a alta velocidad, tuve dos atletas que me dijeron que sienten que tienen que apuntar a la parte de arriba de la pelota para contrarrestar la “elevación” que perciben. En el pasado, nunca le hubiese dicho a un bateador que apunte a la parte de arriba de la pelota porque tengo mi filosofía y escucharlos decir eso me hizo estremecer. Pero para estos bateadores, ese es el ajuste que necesitan hacer para batear ese pitcheo consistentemente.
Como entrenadores, entrenamos la intención, proveemos feedback y manipulamos el ambiente de entrenamiento para permitir que el atleta desarrolle sus sensaciones.
Restricciones ambientales
Considerando el poder de un ambiente de entrenamiento, una restricción ambiental es un método de entrenamiento muy potente. En pocas palabras, una manipulación del ambiente cambiará la intención del atleta y puede forzar un desarrollo positivo de habilidades.
Por ejemplo, mi entrenador de secundaria era un gran defensor de batear hacia el medio del campo. Jugabamos dos o tres juegos por semana donde ponía conos desde el home hasta el left-center y desde el home hasta right-center, haciendo que el territorio bueno sea mucho más chico. Y allí jugábamos partidos de BP de cinco innings al final de la práctica. Con el tiempo, nos volvimos muy buenos bateando hacia el medio, y con un buen ángulo (si le dabas a la pantalla L, contaba como foul ball) porque la restricción ambiental creó un cambio en la intención lo cual permitió que la auto-organización de nuestros swings (y la selección de pitcheo) bateara pelotas hacia el medio del campo. Este método es mucho más efectivo que hablar con un atleta acerca de la mecánica de un swing que puede resultar en un imparable por el medio.
Las restricciones ambientales son utilizadas por muchos coaches en una variedad de deportes, incluyendo algunos de los mejores en el béisbol. Aquí hay algunos ejemplos más (con atletas utilizando nuestros Bat Speed Trainers para variar las cargas):
Propósito del ejercicio: eliminar un swing hacia abajo
Indicaciones: Haz volar esta pelota en un buen Ángulo sin chocar la bola de atrás.
Propósito del ejercicio: Enseñarle al atleta a llevar la bola hacia la banda contraria
Indicaciones: bateala duro, pero no mates a quien te la está pasando (se recomiendan pelotas de wiffle ball)
Propósito del ejercicio: ayuda al atleta a desarrollar velocidad del bate en la profundidad y batear hacia la banda contraria. El bate del piso es utilizado como una herramienta de restricción para resistir el impulso de pisar hacia adentro.
Propósito del ejercicio: enseñarle al atleta a jalar la bola sin arrastrar el bate ni dar roletazos.
Este es un gran ejemplo –el coach Pete Lauritsen utilizó restricciones ambientales para promover ángulos de batazos positivos con sus bateadores. Les recomiendo que observen como trabaja este entrenador
Restricciones físicas
Las adaptaciones, especialmente las que están a lo último de la cadena cinética, se pueden acelerar por medio de las restricciones físicas. Desafiar al cuerpo a que realice la misma tarea/intención, mientras se mueve a través de varias restricciones puede ser una herramienta poderosa en el entrenamiento de movimiento
Variabilidad
La monotonía es el enemigo del crecimiento, y la variabilidad es esencial para entrenar atletas y desafiar su sistema motriz. Crear un movimiento estable no se hace entrenando en un ambiente estable. Es justamente lo contrario. Nuestra meta es entrenar movimientos que están “listos para la batalla” y aptos para adaptarse y rendir en condiciones de juego.
Nuevamente, el cuerpo va a adaptarse al ambiente de entrenamiento. Los turnos en el juego durante el curso de una temporada son extremadamente variables en más de una manera: velocidad de los pitcheos, velocidad de rotación, movimiento, ubicación y también el individuo atleta lidia con una variabilidad en su percepción de los patrones de movimiento relacionados a fatiga y lesión, entre otras cosas. Aquí hay algunos ejemplos de un ambiente de entrenamiento variable:
Ejercicio: Ajuste en front toss por debajo del brazo. El que lanza cambia la velocidad de los lanzamientos en el front toss para promover la ajustabilidad en el swing. Un drill simple que puede agregar variabilidad al ambiente de entrenamiento.
Drill: Front toss lanzado desde arriba mezclado. El que lanza, mezcla rectas a una alta velocidad, y algunos lanzamientos lentos o rompientes. La variación en el movimiento de pitcheo obviamente va a ser mínima, pero suficiente para crear un ambiente desafiante para el atleta.
Una herramienta valiosa para crear movimiento estables es el desarrollo de conciencia kinestésica. Implementos de subcarga y sobrecarga son una gran herramienta para esto.
Sobrecarga/subcarga
Usar implementos de distintos pesos y distribuciones (peso en el mango o en la botella) le da al atleta más información para refinar su movimiento. Va a desarrollar tacto y percepción y simplemente aprender cómo mover objetos a través del espacio. Este método de entrenamiento ha sido testeado e investigado muchas veces y llegó para quedarse.
No es coincidencia entonces que los mejores bateadores (relativamente hablando) que han practicado en nuestras instalaciones son capaces de agarrar cualquier bate con cualquier peso y golpear objetos en movimiento con muy poco tiempo necesario para ajustar. Lo levantan, sienten como se mueve a través del espacio y pueden batear con él. Entrenar con implementos pesados y livianos puede entrenar esta propiocepción. Aún más, la diferencia en peso puede exponer la falta de estabilidad en un movimiento y revelar deficiencias mecánicas en el swing. Aquí pueden ver unos pocos ejemplos de nuestra implementación de Axe Speed Trainers con atletas individuales:
El swing del atleta no estaba en el plano de la trayectoria de la pelota
Haciendo swing con un Axe de 30 onzas y el peso en la botella lo hacía sentir “más conectado” y el plano de su swing mejoró.
El bate de 24 onzas Axe hizo que su swing se sienta muy “en las manos” y expuso la falla que estaba intentando arreglar. Nuestro objetivo para el se volvió desarrollar un programa de entrenamiento que pueda asegurar movimiento correcto con cualquier implemento, así estabilizando el mismo. Con el tiempo, logró mantener una buena calidad en el plano del swing con todos los bates, mientras bateaba pitcheos a distintas velocidades y en distintas ubicaciones.
Otro ejemplo es con este atleta que no estaba utilizando su parte inferior de manera óptima para generar fuerza. Utilizar el bate pesado Axe con intensidad se le presentó como un desafío, y su cuerpo se adaptó.
Los bates livianos y pesados han sido muy útiles para mejorar el movimiento de nuestros atletas.
“En conclusión, hemos intentado crear un ambiente de entrenamiento ideal aquí en Driveline, y esperamos continuar creciendo y mejorando a medida que aprendemos cosas nuevas. (Si deseas entrenar en Driveline, aqui hay mas información).
Comenzamos entrenando la intención del atleta. Emparejamos eso con feedback constante y objetivo en cada swing, creando un ambiente que fuerce adaptaciones positivas para el atleta. Utilizamos restricciones, variabilidad y elementos de carga/sobrecarga como métodos para acelerar el refinamiento del movimiento y estabilizar el movimiento de calidad.
El programa de bateo está diseñado considerando lo último en ciencia del deporte y aprendizaje motor, y mi lealtad yace siempre con la investigación y la información. Habiendo dicho eso, es constantemente refinado a medida que continuamos investigando, recolectando información y expandiendo nuestro entendimiento. Gracias por leer!
Puedes trabajar en estos conceptos con tu propio set de bates pesados/livianos. Nos hemos asociado con Axe Bat para desarrollar un set de bates durables combinados con programación de temporada y pretemporada
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