CAMBIANDO LA MECÁNICA DE PITCHEO

Octubre 26, 2017

A veces hay desacuerdos sobre cómo modificar la mecánica de lanzamiento, o incluso si esto se puede hacer. Algunos entrenadores sienten que la mecánica es imposible de cambiar; otros ven la mecánica como algo que se puede cambiar pero con dificultad.

Por suerte, se ha investigado bastante este tema. Hoy revisaremos lo que se ha publicado recientemente, junto con algunos hallazgos propios.

La mecánica de pitcheo puede cambiar por una variedad de razones, pero el entrenamiento de mecánica de pitcheo es casi una constante para un pitcher. Un tema subestimado cuando se discute el rendimiento y la salud es que los pitchers están casi constantemente en un estado de cambio.

Por un lado, los entrenadores le piden a sus pitchers que sean consistentes en su rendimiento, mientras por el otro lado les piden consistentemente que hagan cambios. Esta es la vida de un pitcher en cualquier nivel.

“Literalmente, casi todos los pitchers están tratando de mejorar, y muchas veces eso significa intentar modificar o cambiar su mecánica para lanzar más fuerte, tener más control, o mejorar sus lanzamientos rompientes”.

Podemos ver cómo estos cambios afectan el rendimiento, pero es mucho más difícil ver cómo cambian el torque que los lanzadores están desarrollando.

Por eso es que usamos Motus Sleeve para recolectar información de los lanzadores ni bien pisan nuestro gimnasio y después de que se han quedado y lanzado desde el montículo.

Mientras que no sabemos cómo los pequeños cambios en mecánica afectan a los lanzadores adultos y al torque que ejercen sobre su cuerpo, sabemos que pueden tener efectos drásticos en su rendimiento.

Mirando nuestra informacion del verano de 2017, podemos ver que los lanzadores lanzaron más duro e incurrieron en más estrés en sus codos, pero en una manera que se mantuvo proporcionalmente similar.

A grandes rasgos, los lanzadores producen más torque a medida que tiran más duro, pero hay instancias donde los lanzadores pueden moverse más eficientemente, experimentando velocidades más altas, pero también viendo una reducción en el torque del codo. Pero tiene sentido que, en general, a medida que aumente la velocidad, también aumente el torque del codo.

Esto significa que las discusiones acerca del torque del codo (o estrés como a veces se le llama) es realmente acerca sobre cómo tener el menor torque posible mientras se lanza a alta velocidad.

A pesar de que se cree que la mecánica de pitcheo es difícil de cambiar, podemos ver arriba evidencia de algunos cambios: por ejemplo, la velocidad del brazo disminuyó (aunque la métrica de “velocidad del brazo” en Motus Sleeve no es la misma que en otros documentos publicados por colegas, explicamos por qué aquí), y ángulo de lanzamiento y rotación del hombro cambiaron también.

Estamos limitados en el análisis por esas métricas, pero son suficientes para ver qué ocurrieron algunos cambios mientras que los pitchers estuvieron en un programa de pelotas pesadas y fortalecimiento físico.

Hasta hoy habia limitada evidencia de investigaciones públicas realizadas por colegas acerca de si la mecánica de pitcheo podía ser modificada. Sin embargo, más investigaciones se han realizado y publicado recientemente que demuestran cómo puede modificarse una mecánica, y mostrando que en realidad son bastante fluidas.

JÓVENES ATLETAS 9-14

Notablemente, mientras que muchos entrenadores creen que la mecánica es difícil o imposible de cambiar, una gran parte de la práctica diaria es utilizada en cambiar la mecánica de pitcheo.

Pero aun cuando le pides a un joven lanzador que repita su mecánica, podemos tener resultados drásticamente diferentes. Aquí abajo hay una sobreposición de un joven lanzador lanzando una recta y una curva, mientras se le pide que repita la mecánica para ambas.

Aquí podemos ver que aunque el objetivo es repetir el mismo movimiento, en realidad son muy diferentes.

Los jóvenes pitchers experimentan un rango amplio de mecánicas, y simplemente no tienen buen control del cuerpo 

Sabemos que los jóvenes lanzadores van a ser entrenados para que se pongan en ciertas posiciones; a veces el lanzador va a cambiar su mecánica para copiar la mecánica de otro lanzador, y la mecánica va a cambiar con la fatiga.

Aquí podemos ver algunos cambios de mecánica a largo plazo rastreados por ASMI: publicaron un estudio de 7 años donde retestearon la mecánica de los pitchers anualmente. Fueron excluyendo a los atletas que ya no estaban lanzando pero consiguieron analizar a 35 participantes al menos tres veces.

Ahora, existen múltiples estudios biomecánicos comparando las diferencias biomecánicas en atletas de distintas edades. Sin embargo, este estudio estuvo apuntado a identificar cuándo y posiblemente cómo estos cambios ocurren con el tiempo. Los autores presentaron la hipótesis de que las fuerzas de articulación, torque y velocidades angulares crecen con la edad.

Una de los hallazgos particularmente interesantes es el incremento significativo en el torque varo del codo, desde las edades 13-14 a las edades 14-15. El incremento en cinética (las fuerzas que actúan sobre el cuerpo de un pitcher) fueron estadísticamente significantes para cada año, pero la cinética normalizada experimentó los mayores aumentos entre los 13 y 15 años. Esto parece estar en paralelo con las diferencias físicas más grandes en los hombres durante la pubertad.

 

“La implicación de estos estudios previos combinados con la información actual es que los cambios en cinética son más significativos en los primeros años de lanzamiento competitivo (tal vez en las edades 9 a 13)”

Mucho de los cambios pueden también ser atribuidos a más practica (más repeticiones), mayor conciencia del cuerpo y el hecho de que los atletas están creciendo más durante este tiempo.

Ahora estos lanzadores obviamente no reciben las mismas indicaciones, lo cual sugiere que para los jóvenes atletas hay un amplio rango de instrucción técnica que puede causar cambios en la mecánica.

Otro estudio, específicamente con lanzadores de 9 años, encontró que los niños podían hacer cambios significativos en su mecánica en 21 días utilizando técnicas de entrenamiento de Texas Baseball Ranch.

No solo esto nos muestra la habilidad que los jóvenes atletas tienen para cambiar su mecánica en un periodo de tiempo relativamente corto, comparado al estudio anual de arriba, sino que también muestra que la mecánica puede ser modificada por fuera de las usuales instrucciones verbales.

Este estudio de 21 días no fue completado con un laboratorio de biomecánica, sino con cámaras situadas en la misma posición consistentemente.

SECUNDARIO, UNIVERSITARIO Y PROFESIONAL

ASMI tomó 46  lanzadores que fueron evaluados al menos dos veces, con un promedio de 12 meses entre evaluaciones, y examinó las diferencias en los reportes. El rango de comparación fue de 2-48 meses.

ASMI le dio a los lanzadores evaluaciones y definió las fallas como las desviaciones (tanto altas como bajas) del rango elite, establecido con datos de pitchers que tienen en su base de datos.

En total había 138 “fallas” detectadas en la prueba inicial, y 61 (44%) de ellas fueron corregidas en la segunda prueba. En la segunda evaluación, los 46 pitchers tenían 223 parámetros biomecánicos dentro de los rangos normales, pero desarrollaron nuevas fallas en 41 parámetros (18%).

Entonces no sólo algunas mecánicas de pitcheo pueden ser arregladas, sino que ciertos patrones de movimiento que se hacen bien pueden cambiar también.

El estudio tampoco se concentró en ninguna metodología de entrenamiento en particular, lo cual nuevamente sugiere que las mecánicas son fluidas y pueden cambiar con el tiempo y en cualquier edad.

OTRA RAZÓN POR LA CUAL CAMBIA LA MECÁNICA DE LANZAMIENTO

Mencionamos antes que los atletas pueden cambiar principalmente su mecánica por el entrenamiento, por la imitación, por fatiga, pero a medida que crecen aparece otra razón más complicada: lesiones.

Volver de una lesión, intentar jugar lesionado, o tener extremo dolor va a llevar a un jugador a cambiar la forma en la que se mueve. No es ningún secreto que el cuerpo va a intentar crear un movimiento que le evite de cualquier forma el dolor.

A medida que los jugadores envejecen, aumentan los chances de que intenten jugar con algún tipo de problema.

La mayor ventaja de conocer esta posibilidad es instituir un proceso de evaluación sólido. Nosotros vemos la evaluación como un proceso de dos partes: una en movimiento, y una segunda en fuerza y rendimiento. 

Algunos problemas de movimiento pueden ser tratados con más trabajo de movilidad, trabajo de tejidos blandos, o acudiendo a un fisioterapeuta. Otros problemas también pueden estar fuertemente relacionados a deficiencias de fuerza. Sin evaluación, los atletas y entrenadores no saben qué dirección deben tomar.

CÓMO PODEMOS EVALUAR LOS CAMBIOS

Entonces, entendemos que los jugadores están casi constantemente modificando o cambiando alguna parte de su mecánica, ya sea por sí mismos o por un entrenador. ¿Qué podemos hacer para estar al tanto de los cambios?

La primer y mejor opción podría ser utilizar un sensor de Motus para rastrear los cambios en el codo de un pitcher a través del tiempo. Creemos que la mejor manera de usar un sensor es registrando los cambios a través de un periodo largo de tiempo. 

La posibilidad de ver cambios durante múltiples bullpens a través de semanas y meses es increíblemente valiosa. Puedes ver los efectos que las indicaciones, el fortalecimiento, el trabajo de movilidad y los planes de tiro tienen no sólo en la velocidad, sino también en el torque.

Entendemos que no todos van a tener el sensor Motus y que, más de una vez, el video es la primera herramienta para evaluar pitchers.

No utilizamos video para comparar mecánicas; preferimos usar el sensor Motus o nuestro laboratorio de biomecánica. Pero entendemos el deseo de intentar medir la mecánica de un pitcher con video. Ayuda que casi todos tengamos una linda cámara en el bolsillo. Pero los entrenadores deben tener en mente que mientras el video puede ser útil, puede ser fácilmente mal utilizado.

Aún más importante, si vas a comparar vídeos de múltiples bullpens de un pitcher, EL VIDEO TIENE QUE ESTAR FILMADO DESDE EL MISMO LUGAR.

Cuando los videos son comparados desde distintos ángulos, terminas incrementando la posibilidad de crear problemas que generalmente no existen. Lo cual significa que los cambios que crees que ves en la mecánica de un pitcher, podrían venir de un ángulo de cámara distinto y no de un cambio del movimiento.

Esto es conocido como un error de paralaje, que en béisbol ocurre cuando los lanzadores y los entrenadores están viendo cada cambio mecánico pequeño desde diferentes ubicaciones de cámaras. El error de paralaje es la razón por la cual la comparación de distintos pitchers de MLB desde distintos ángulos son generalmente carecen de valor.

La mejor manera de asegurarse de que la cámara esté en el mismo lugar, es utilizar un trípode con un iphone o una cámara y marcar el piso con pedazos de cinta donde las piernas del trípode deberían estar. De esta manera, puedes hacer que el pitcher se pare en el mismo punto del montículo y tener video más confiable.

Por supuesto, los bullpens pueden y deberían ser medidos para obtener métricas de rendimiento también. (Austin Wasserman tiene un buen artículo sobre medir bullpens.) Nosotros medimos la velocidad de lanzamientos en sesiones de bullpen, y medimos velocidad, tipo de pitcheo y porcentaje de strikes cuando nuestros atletas lanzan en enfrentamiento (Live ABs). Pueden ver ejemplos de la planilla que utilizamos aquí.

Se está volviendo cada vez más claro que la mecánica de pitcheo no es permanente, sino que es mucho más fluida de lo que muchos creen. Por eso es que es importante que los entrenadores y jugadores midan y registren los cambios que hacen no solo por temas de rendimiento, sino también por razones de salud.

Este artículo fue escrito por nuestro Research Associate Michael O’Connell